17 marzo 2008

Tatsuo II

Tatsuo visita periódicamente a su madre, a quien adora. Alguien le dijo que eso era un complejo pero él lo niega. Es puro amor, dice. Su madre vive con su abuela, el tío Nito que está un poco chalado y se hace llamar Bobby Fischer y un perro tan viejo que cuando ladra cae al suelo agotado. Antes vivía con ellos la tía Selenia pero un buen día, aburrida con la monotonía de su vida, se fugó con un payaso de El Gran Circo de Moscú y luego de que salieran en una gira por Sudamérica no han podido regresar por razones políticas ya que al parecer el circo resultó ser verdaderamente ruso.

"Hola madre. ¿Cómo estás?" es el saludo habitual de Tatsuo al verla y ella se alegra como una niña, lo abraza y lo trata con un cariño que a nadie más le da. Él sabe que es el preferido de entre sus hermanos, siempre lo ha sido, no tiene claro por qué pero no se lo cuestiona, sólo se deja querer.

Generalmente Erika está de buen ánimo y basta con el saludo de su hijo para que comience a hablar y ya no se detenga hasta contarle, con lujo de detalles, prácticamente todo lo que le ha ocurrido desde la última vez en que se vieron. Lo hace de tal forma que hasta las cosas más insulsas adquieren un sentido especial cuando ella las menciona. Sus bellos ojos brillan mientras habla y, por un momento, se esfuma la tristeza habitual de su mirada. Sonríe constantemente y sus pequeñas y frágiles manos parecen bailar al ritmo de sus palabras. Tatsuo la mira en silencio, complacido, le gusta escucharla, podría pasar horas así, sin aburrirse. "Debió ser hermosa cuando joven" piensa, "aún se conserva linda a pesar de todo lo que le ha ocurrido"

Y mientras ella habla y habla sin parar acerca de la telenovela de moda, a él, de improviso, lo asaltan recuerdos que intenta esquivar pero no puede. Momentos que parecían tan lejanos y dolorosos como aquella ocasión en que regresó de la casa de su padre, luego de pasar un fin de semana juntos, con un ojo morado y marcas en sus piernas. Cuando Erika preguntó qué había ocurrido, Samuel le dijo que el niño se había caído de su bicicleta, Tatsuo corroboró la historia con la vista fija en el suelo. "¿Pero cómo no se dio cuenta? O quizás no quiso hacerlo".

Tampoco le pareció extraño a Erika que Samuel viniera a buscarlo cuando cumplió 15 años, con la excusa de que quería pasar ese día tan importante con su hijo mayor ( además de Michael y Steffany, Samuel tenía otros dos hijos con otra mujer). El muchacho no quería ir, había elegido ese día para presentarles a su madre y a su familia a su novia, su primera novia, su primer amor. Se llamaba Mónica y era hermosa, estaba seguro de que la querrían de inmediato porque era imposible no hacerlo.

Lo tenía todo pensado, cómo, cuándo y a qué hora llegarían juntos, incluso ya sabía lo que iba a decir y de pronto ocurría eso, aparecía Samuel dándoselas de padre modelo y le mandaba los planes a la cresta y por si fuera poco, Erika apoyó a su ex marido con la excusa de siempre: "No lo juzgues tan mal, en el fondo tu papá es un buen hombre. Lo que ocurre es que nadie le ha dado la oportunidad de demostrarlo, no se la niegues tú también"

Lo que ocurrió ese día Erika no lo supo, Tatsuo nunca se lo dijo. Cómo podría hablarle de la fiesta "entre amigos" que su padre había preparado, o de los tragos y los porros que se repartían a destajo. Cómo decirle a su madre que se referían a él como "el pollerúo", "el hijito de su mamá". Cómo describirle la humillación por la que le hicieron pasar. "Tomen muchachos, miren que hoy mi hijo se va a hacer hombre y eso lo tenemos que celebrar". Con qué cara le podría contar a ella de la "sorpresa" que le tenían preparada. "Mejor bebe ese trago al seco porque lo vas a necesitar". De qué manera le podía hablar de la prostituta que habían contratado para que lo hiciera hombre "de una vez por todas, como Dios manda". ¿Le podría describir el aliento a trago y cigarro de esa mujer? No, simplemente no. Tampoco le podía decir que cuando quedó solo lloró. Lloró de impotencia, de ira y rabia hacia su padre pero sobre todo hacia ella, su madre, por obligarlo a estar allí. Por eso abandonó la casa siendo tan joven. Un buen día, sin despedirse, simplemente, se fue..

Con el tiempo se fueron curando las heridas, comprendió que lo mejor es olvidar los malos momentos y darle la oportunidad a los buenos. Pero extrañamente se le siguen agolpando recuerdos, como aquella vez en que él tenía unos seis o siete años y Erika recibió una carta, algo poco habitual en su casa. Al ver el remitente ella pareció sorprenderse y un leve rubor encendió su rostro. Luego de leerla, se mantuvo en silencio por un buen rato, con la mirada perdida, sus ojos se fueron humedeciendo lentamente hasta que una lágrima, una sola, rodó con suavidad por su mejilla yendo a caer en la hoja de papel. ¿Es de mi papá? preguntó Tatsuo. No hijo, no es de tu papá, le dijo ella con voz entrecortada y luego lo tomó entre sus brazos y lo besó tiernamente.


7 comentarios :

  1. Quedé un tanto sin palabras y con un nudo en la garganta.
    Alguna vez, leí por ahi, que cuando uno logra hacer algo(música, cuentos, películas) con un fin y este fin se cumple.. entonces ES un genio.
    Si el fin de tu historia era conmover, lo lograste.
    Es mucho muy difícil hacer escritos que conmuevan, mucho, es llegar a destapar en muchos casos sentimientos propios que mejor es tenerlos guardados porque duelen. Es mejor hacer comedia, es tan fácil hacer reir, y es tán dificil escribir dramas que lo tuyo tiene de más merito, de más.
    Cómo me sorprendió!, y juro aun tengo las lagrimas acumuladas en medio de los ojos y el evitar que salgan está produciendome dolor de cabeza (Como cada que tengo un vistazo de la realidad que es profundamente honda, densa, palpable).
    Como demonios escribes tan bien?.
    Mefistum. lindo tu cuento, el mejor de los 3.

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  2. Realmente solo tú puedes escribir tan bien...
    Alma sensible te llamé alguna vez... 100% confirmado.
    Sin palabras me dejaste, pinche Mefistum!!!
    Felicidades, dale... como tú dirías: Para cuando Tatsuo IV?

    Abraxos

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  3. oy que triste!!!!!
    saludos,
    ale.

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  4. Muchas gracias por tus palabras mi Lucybel querida, sabes lo mucho que significan para mi :)

    Maldadoso amigo mío, fue gracias a tu apoyo y a tus palabras de aliento que me atreví a publicar esto y aun no estoy muy seguro que fuera lo mejor, pero por lo menos cumpliste tu parte del trato al decir que te gusta :D Gracias.

    Ciertamente Ale ahora que lo releo me doy cuenta de que es un tanto tristón... pobre Tatsuo :)

    Saludos

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  5. pobre Tatsuo? no. Lo que le sucede es anecdótico. Lo que verdaderamente inspira lástima es Erika y lo que representa: la estupidez tras el consentimiento producido por la ilusión de bondad.

    Rectifico: a Erika habria que matarla. Tatsuo es la verdadera víctima.

    Pero cómo la cagamos a veces (vuelvo a erika). Una elección errada, y destruimos nuestra vida y arrastramos a los nuestros a una vorágine de mierda.

    Mefistum, te sitúo muy cerca de Salinger entre mis favoritos :)

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  6. ¿Muy cerca en el sentido de que este relato lo pondrías en una carpeta vecina a la de Salinger o como 'la galaxia más cercana a la vía lactea'? :D

    Gracias por tus palabras Vane. La verdad es que ahora si que me entró el pánico, parece que es más fácil enfrentar las malas críticas que las palabras de elogio.

    ¿Qué hago ahora? ¿Publicar algo más? ¡ni tonto que fuera! Mejor hago mutis por el foro y dejo un buen recuerdo. :)

    Saludos.

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  7. Nadie es quien para criticar de cierta o de esta manera a los demás.

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